lo que experimento...

Mi  interés por la musicoterapia nace de mi propia experiencia. Soy una apasionada de la música y tengo una guitarra que me acompaña desde hace ya unos cuantos años. Con ella, y a través de ella, he podido comprobar cómo, muchos de los estados anímicos por los que he pasado ,he logrado canalizarlos y  asimilarlos mejor. He logrado expresar cosas a través de ella, que con palabras me era muy difícil expresar. He logrado sentir paz, armonía ,calma y sosiego ; he logrado también frenar mi mente en muchas ocasiones y dejar paso sólo a lo que mi corazón sentía. He frenado el tiempo zambulléndome en sus ritmos  y  he atravesado espacios cerrando los ojos y tocando. Cuando he tocado junto a más personas , he podido sentirme parte de un todo ,un todo integrado por personas ,cada una de ellas con su ritmo ,melodía y sentimiento particular. Formar un todo con la suma de cada uno, dejar de ser egoísta y centrar una parte de cada uno de mis sentidos en los demás, para así poder crear ese todo armónico.

Centrar  estas habilidades, emociones y sentimientos me parece realmente interesante cuando hablamos de drogodependencias. Porque aunque la drogodependencia es una enfermedad, es de esas enfermedades que el ser humano contrae a partir de ciertas carencias ,emociones , sentimientos o situaciones  mal canalizadas ,que al final le llevan a evadirse con lo más cercano y rápido que tiene a mano.

Crear música , compartirla con otros ….requiere concentración ,equilibrio ,armonía interior. Requiere confianza en uno mismo , prudencia y valentía ,respeto por el otro y humildad para con uno mismo. Requiere dar lo que sabes a los demás ,confiar en los demás; para a partir de ahí ,poder construir  algo nuevo en conjunto. Valores y habilidades , que pienso claves para recuperar el espíritu y la fortaleza humana ,algo básico  para las personas que un día se sumergen en esta enfermedad tan terrible y pierden toda noción de dignidad ,dejando de quererse a ellos mismos  y a los que le rodean.